La muerte de varios soldados mexicanos que participaron en el operativo empaña la detención del criminal más buscado por la DEA. Max’, un perro adiestrado por la Secretaría de Marina mexicana, ha puesto fin a la carrera del criminal más buscado por la DEA: Rafael Caro Quintero. El pasado viernes, este can encontró al histórico narcotraficante escondido entre unos matorrales a las afueras de la comunidad de San Simón, en el estado de Sinaloa. Inicialmente, la captura del ‘narco de narcos’ generó un gran entusiasmo a ambos lados de la frontera, pero la noticia se vio desmerecida minutos después por el desplome de un helicóptero que había participado en el operativo y que ha dejado un balance provisional de 14 militares muertos y 1 herido grave. Las autoridades todavía no han aclarado si se trató de un accidente o de un ataque intencionado.

EEUU tiene ahora 60 días para formalizar ante la Secretaría de Exteriores de México la solicitud de extradición contra Caro Quintero, aunque todo apunta a que no se agotará el plazo y su traslado será inminente. Tras su detención, el narcotraficante fue trasladado en helicóptero a la Ciudad de México y, posteriormente, a la prisión de máxima seguridad del Altiplano, la misma de la que se fugó ‘El Chapo’ Guzmán en el año 2015, a través de un túnel construido bajo su celda. Según sostienen varios medios de comunicación locales, este aciago precedente y la muerte de los militares que participaron en el operativo van a acelerar el proceso.

EL FUNDADOR DEL PRIMER CÁRTEL MODERNO DEL PAÍS

Caro Quintero fue uno de los narcotraficantes más destacados de la década de los 80, pionero en el contrabando masivo de marihuana hacia EEUU, fundador del primer cártel moderno del país -el de Guadalajara- y responsable intelectual del brutal asesinato del agente de la DEA, Kiki Camarena, quien fue torturado, castrado y enterrado vivo el 9 de febrero de 1985. El ‘narco de narcos’ fue condenado a 40 años de cárcel por estos hechos, pero un error en la sentencia – que enfureció a EEUU- le permitió salir libre antes de tiempo. A pesar de que el fallo fue revertido días después y de que aún le quedaban 12 años de condena, Caro Quintero nunca volvió a prisión y se involucró de nuevo en el negocio criminal, logrando esquivar a la justicia durante casi una década.

«Yo ya no soy un peligro para la sociedad. No quiero saber nada de narcotráfico. Le pido perdón a la DEA (…) todos merecemos una segunda oportunidad», aseguró el narcotraficante a la periodista Anabel Hernández, en una entrevista concedida desde la clandestinidad. Las autoridades mexicanas y estadounidenses coincidieron en que el legendario narco mentía y que, en realidad, estaba aprovechando la ausencia de su antiguo socio, ‘El Chapo’, para disputarle a sus hijos, conocidos como ‘Los Chapitos’, el control del todopoderoso cártel de Sinaloa.

Según sostiene la Fiscalía, el ‘narco de narcos’ habría logrado hacerse un espacio en el estado de Sonora, a través de un cártel de nuevo cuño, el de Caborca. De hecho, en mayo del 2020, las autoridades encontraron dos cadáveres descuartizados acompañados del mensaje: «somos gente de Caro Quintero, esta plaza nos pertenecía». Los agentes de la DEA nunca dejaron de buscarle; era una cuestión de justicia y venganza y por ello decidieron, el pasado 9 de mayo, elevar la recompensa por Caro Quintero a 20 millones de dólares, la más elevada de toda la agencia.

«Durante más de 30 años, los hombres y mujeres de la DEA han trabajado incansablemente para llevar a Caro Quintero ante la justicia (…) su arresto es el resultado de años de sangre, sudor y lágrimas», ha asegurado Anne Milgram, jefa del organismo, quien ha querido recordar que Camarena, «encarnaba lo mejor de la DEA: fue un agente tenaz, quien implacablemente persiguió a los cárteles de la droga más peligrosos operando en México. Sin miedo, persiguió a los más violentos y más peligrosos traficantes y colocó nuestra misión -proteger la salud y la seguridad del pueblo estadounidense- sobre todo lo demás».

En la misma línea, el departamento de Justicia de EEUU ha difundido un comunicado en el que advierte que «no hay escondite para nadie que secuestra, tortura y asesina a agentes estadounidenses». Por su parte, el fiscal general, Merrick Garland, ha asegurado que su país está listo para llevar ante la justicia a Caro Quintero por crímenes de «tortura y ejecución del agente especial de la DEA, Enrique Kiki Camarena». El ‘narco de narcos’ podría ser condenado a cadena perpetua, pero no a pena de muerte, ya que el acuerdo bilateral de extradición lo impide.

La detención de Caro Quintero llega solo unos días después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) viajara a Washington para reunirse con su homólogo Joe Biden. Se trata de la primera gran captura de un narcotraficante por parte del gobierno de AMLO, cuya estrategia de seguridad, basada en la militarización y la política de ‘abrazos, no balazos’, fue puesta en entredicho a finales del 2019, cuando lograron detener a uno de los hijos de Guzmán Loera y se vieron obligados a liberarle para evitar más derramamientos de sangre. ‘El Culiacanazo’, como se recuerda a ese episodio, dejó 14 víctimas. El presidente mexicano ha celebrado la captura del ‘narco de narcos’, ha lamentado el fallecimiento de los 14 militares que participaban en el operativo y se ha comprometido a impulsar «una investigación para conocer las causas del desplome del helicóptero».