La diva mexicana del pop Gloria Trevi afronta una nueva demanda civil por corrupción de menores junto al que fuera su pareja, el productor Sergio Andrade. Una corte del distrito de Los Ángeles ha revivido las afirmaciones de que la pareja reclutó a niñas y adolescentes para formar parte de una red de abuso sexual, de acuerdo con una publicación de la revista Rolling Stone este miércoles. Las acusaciones vuelven casi dos décadas después de que un juez absolviera a la cantante de los mismos cargos: reclutar menores para una red de explotación sexual encabezada por su productor. La artista no se ha pronunciado en sus redes sociales sobre el asunto.
La denuncia, que ha sido obtenida en primicia por la revista estadounidense, fue presentada el pasado 31 de diciembre. Aunque en ella no se hace referencia específicamente a la artista y al productor por sus nombres, “está claro que se trata de los dos principales acusados según los detalles, incluidos los conciertos que tuvieron lugar en 1990 y los álbumes que grabó”, cita la publicación.
En la demanda, las denunciantes, dos mujeres identificadas como Jane Does (el nombre genérico para proteger sus identidades en Estados Unidos), aseguran que la cantante se acercó a ellas cuando tenían 13 y 15 años y las atrajo para que se unieran al supuesto programa de capacitación musical que lideraba Andrade. La mayor parte de los presuntos abusos ocurrieron en Los Ángeles, de acuerdo con la revista estadounidense. Siempre, según esa versión, el programa servía como tapadera de una red sexual de chicas jóvenes que durante años fueron explotadas por Andrade, entre ellas la propia Gloria Trevi.
En 1990, Trevi y Andrade habían amasado una gran fama internacional y un gran poder en el mundo del espectáculo tanto en México como en el otro lado de la frontera. Años después, una avalancha de acusaciones de violación y abusos de varias mujeres hizo que estallara el escándalo. “Andrade fue retratado como un violento pedófilo en serie y Trevi como su cómplice”, dice Rolling Stone. Ambos fueron arrestados en Brasil en enero de 2000 después de una persecución internacional. “[Trevi y Andrade] usaron su papel, estatus y poder como una estrella pop mexicana conocida y exitosa y un productor famoso para obtener acceso, preparar, manipular y explotar [a las víctimas] y forzar el contacto sexual con ellas durante un curso de años”, alega la nueva demanda civil.
En una entrevista con EL PAÍS en 2018, Trevi se reconocía también como una víctima más de Andrade y aseguraba que no guarda rencor contra las personas que la acusaron. “No tengo coraje con las chicas que dijeron cosas de mí porque sé que ellas han sufrido. Yo las vi sufrir y sabía que ellas tenían una presión muy grande por parte de los medios de comunicación, de su familia, de la sociedad”, señaló. La artista ha relanzado su carrera en los últimos años y se ha situado como una de las artistas más famosas en México y Latinoamérica, con giras por varios países. Las últimas publicaciones de Trevi hacen alusión a sus últimos conciertos.
La cantante estuvo retenida cuatro años en la cárcel a la espera de juicio hasta que, en 2004, un juez determinó que no existían pruebas suficientes para respaldar las acusaciones de violación, secuestro y corrupción de menores presentadas en su contra, por lo que fue liberada sin cargos. Andrade sí fue condenado por violación, secuestro y corrupción de menores, y pasó casi siete años entre rejas.
Después de una difícil vuelta a los escenarios, parecía que Trevi había dejado atrás aquel infierno, pero su pasado regresa para volver a ponerla en el centro de la polémica. Más de una década después de salir de prisión, durante la entrega de los Latin American Music Awards de 2018, Trevi se defendió con firmeza de lo que sucedido: “Mi abusador, hoy por hoy, está libre. No solo me hizo daño a mí, sino a muchas otras jóvenes y probablemente lo siga haciendo”, dijo. “[Yo] tenía 15 años cuando empecé a vivir con manipulaciones, golpes, gritos, abusos, castigos. Y fueron 17 años de humillaciones”, dijo ante miles de espectadores sobre los años que vivió junto a Andrade.
“He tardado mucho en hablar porque yo no quería levantarme dando lástima. Yo quería levantarme por mi trabajo. Sin embargo, sí sentí ese compromiso de denunciar e inspirar a mujeres y hombres que estén pasando por una situación de abuso para decir basta, ya no más”, afirmaba en otra entrevista con este periódico en 2019.
Al ser una demanda civil, lo más probable es que las denunciantes exijan una reparación del daño, que en casi todos los casos suele ser una compensación económica. La demanda fue presentada en esa fecha porque el Estado de California emitió una moratoria de tres años para que personas que hayan sido víctimas de abuso sexual puedan presentar demandas a pesar de que penalmente sus casos ya hayan prescrito. La semana pasada el cantante de Aerosmith, Steven Tyler, también fue demandado en California por un presunto abuso sexual a una menor en 1970.