París (EFE).- El Gobierno francés desplegará este lunes 15.000 efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad para proteger las vías de acceso a París y hará lo posible, según advirtió, para evitar que camiones con productos extranjeros puedan ser confiscados por la protesta de agricultores galos.
El anuncio se hizo al término de la reunión del gabinete de crisis organizado por el ministro del Interior, Gerald Darmanin, en la víspera de los bloqueos “por duración indefinida” anunciados por las organizaciones agrícolas a partir de las 13.00 horas del lunes, los cuales pueden dejar a la capital incomunicada.
“Una de las consignas es que ningún tractor pueda entrar en París y que los accesos a aeropuertos como Roissy y Orly y el gran mercado internacional de Rungis puedan funcionar normalmente. Esa posición defensiva nos lleva a movilizar medios muy importantes: 15.000 policías y gendarmes”, señaló Darmanin.
El ministro también precisó que habrá helicópteros de la gendarmería para “prevenir movimientos” de los manifestantes.
Asimismo, Darmanin aclaró que la consigna general será la de no intervenir en los bloqueos y matizó que una de las excepciones será si se confiscan camiones que transporten productos extranjeros.
“Eso es inaceptable y por ello hemos dado consignas de intervención y de detención si ocurren hechos así, que son esporádicos pero que ya han sucedido” durante la actual movilización, agregó.
“Competencial desleal”
En medio de la fuerte presión de los agricultores, el Gobierno francés del europeísta Emmanuel Macron apunta a una causa de la situación: “la competencia desleal” de socios de la UE como España e Italia.
A 24 horas del posible bloqueo de la capital, el primer ministro recientemente designado por Macron, Gabriel Attal, pronunció este domingo un discurso dominado por palabras como “independencia” y “soberanía” en el que también cuestiona el funcionamiento de la UE. La protesta de agricultores se desinfla en Francia, aunque todavía hay 40 bloqueos activos
“Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas (fitosanitarias) que a otros (países) no”, criticó Attal, en una alocución pronunciada poco después de visitar una explotación agrícola en Indre-Loire.
El jefe de Gobierno mencionó que al menos el 40 % de las frutas y verduras se importan (sobre todo de España e Italia) por el freno productivo que supone para Francia ciertas reglas medioambientales adoptadas en su legislación y aseveró que propondrá a sus socios comunitarios “más medidas” para blindar la soberanía alimentaria francesa.
“Hay que avanzar a nivel europeo e iremos viendo producto por producto”, indicó, sin dar más detalles.
Las declaraciones de Attal, que integra un Gobierno considerado pro-UE, llaman la atención, pues, -a falta de que se perfilan esas nuevas medidas- podrían poner en cuestión el propio funcionamiento del mercado único del bloque comunitario.
Más agricultores en sus tractores se unen al bloqueo
No obstante, en una entrevista en el canal BFMTV, el ministro de Agricultura de Francia, Marc Fesneau, descartó “un cierre de fronteras” para productos españoles o italianos como ha demandado la ultraderecha, porque sería contraproducente para la propia industria agrícola francesa si los países vecinos hacen lo propio.
Quejas de los agricultores
Durante los más de 10 días que se extiende esta revuelta, muchos de los manifestantes se han quejado de la entrada de productos agrícolas llegados especialmente de España, pues consideran que representan una competencia desleal por su bajo precio y que sus estándares medioambientales son peores que los franceses.
Poco antes de su discurso, Attal, quien ya había anunciado el viernes varias medidas para calmar el sector, acudió de nuevo a una explotación agrícola con la esperanza de desactivar una protesta que había dado los primeros signos de desinflarse el sábado.
Pero ni la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) ni la de Jóvenes Agricultores (JJAA) de la región parisina han dado su brazo a torcer y anunciaron que van a bloquear los accesos a la capital “de manera indeterminada” a partir de este lunes 29 a las 13 horas GMT.
Otra organización, Coordinación Rural, aseguró que viajarán a París con la meta de bloquear el mercado internacional de Rungis (afueras), considerado el mayor de productos frescos en el mundo.
Pactos con el Mercosur en el punto de mira
Los acuerdos de libre comercio entre la UE y otras regiones del mundo están bajo el punto de mira de los agricultores y ganaderos galos.
El sector achaca que estos pactos son negativos para sus intereses, pues dejan entrar en Francia productos a precio mucho más bajo, como dicen que sucede con los de Brasil o Ucrania (dos potencias agrícolas en la exportación de cereales y de carnes como el pollo).
Uno de los acuerdos más criticados ha sido el de la UE-Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) que debe ser ratificado por los 27 Estados miembros de la UE tras el pacto político de 2019, que tardó más de 20 años en alcanzarse.
Para el ministro Fesneau, esta asociación “es inaceptable” por no cumplir con los estándares europeos de calidad.
No obstante, el titular de Agricultura pidió no demonizar todos los pactos de libre comercio, pues los hay, como el realizado entre la UE y Japón, que son provechosos para los productores franceses.
También protestas en Bélgica
Los agricultores belgas bloquearon este domingo el tráfico en varias autopistas del país con marchas lentas de tractores y con cortes en las carreteras, como antesala de una semana de movilizaciones anunciadas para protestar contra los bajos precios y las regulaciones medioambientales.
Los agricultores de la región francófona de Valonia organizaron las mayores protestas, con decenas de tractores participando en varias marchas lentas que confluyeron a las afueras de la ciudad de Namur para cortar la circulación en el intercambiador de Daussoulx, un nudo estratégico de la red de carreteras belga.