Tras el mes de marzo más letal en Israel desde la Segunda Intifada hace 20 años con 11 muertos en tres ataques en su última semana, un terrorista ha abierto fuego esta noche contra en un pub en el centro de Tel Aviv causando la muerte de tres jóvenes y heridas a 14 personas, entre ellos cuatro en estado crítico. El autor del peor atentado en la ciudad israelí de mayor ocio desde 2016, un palestino procedente de Cisjordania, logró huir y esconderse varios horas en el sur de Tel Aviv hasta ser encontrado y abatido en un tiroteo con agentes.

«Seguimos la búsqueda del terrorista y pedimos a todos los residentes de la zona que no salgan de sus casas», había afirmado el portavoz de la Policía, Eli Levy en una zona con muchas cafeterías y restaurantes en la popular avenida Dizengoff que como cada noche estaba abarrotada. Este jueves, sin embargo, se ha llenado de ambulancias y policías tras la acción de un atacante que usó una pistola para matar y sembrar el pánico en Tel Aviv.

El popular pub Ilka fue el lugar elegido por el atacante para iniciar su ataque en el corazón de Tel Aviv. Tras asesinar a tres jóvenes y herir a varios más, siguió disparando en otras zonas antes de lograr escaparse creando pánico y confusión.

Mientras las ambulancias evacuaban los heridos al hospital Ijilov, decenas de agentes seguían rastreando casa por casa. Al cabo de 20 minutos y ante numerosas cámaras, decenas de policías rodearon un edificio en el que entró un supuesto sospechoso mientras la búsqueda policial se diversificaba a otros lugares de la capital del ocio de Israel.

Al amanecer, los agentes encontraron a Ra’ad Hazem (procedente del campo de refugiados de Yenin), escondido cerca de una mezquita en el sur de la ciudad. Según la Policía, se negó al arresto y disparó a los policías que lo mataron a escasos kilómetros del pub atacado. «Tras una dura noche y tras largas horas de actividad de la policía, Shabak y el Ejército y gracias a una colaboración operativa y de Inteligencia, se logró encontrar al terrorista y tras un intercambio de fuego fue abatido», ha afirmado el jefe de la Policía, Yaakov Shabtai, en una localidad en la que sus habitantes recibieron la orden de no salir de sus casas ante el temor de un nuevo ataque del palestino buscado.

El último ataque armado de este tipo en la avenida Dizengoff ocurrió el primer día de enero del 2016 cuando un árabe con nacionalidad israelí abrió fuego en un bar que celebraba un cumpleaños y mató a dos jóvenes. Un año después y no muy lejos del centro de Tel Aviv, dos palestinos procedentes de la zona de Hebrón llegaron al popular mercado de Sarona, entraron en una cafetería y mataron a cuatro personas.

Hamas, Yihad Islámica, Al Fatah y otras facciones palestinas han elogiado desde Yenin lo que definen como «operación heroica y respuesta a los crímenes de la ocupación» definiendo Tel Aviv como una «gran colonia».

«Horrorizado de ver otro cobarde ataque terrorista contra civiles inocentes, esta vez en Tel Aviv. Orando por la paz, y enviando condolencias a las víctimas y sus familias. ¡Esto tiene que parar!», ha reaccionado el embajador estadounidense en Israel Tom Nides tras un nuevo atentado que provoca ira en Israel y reduce aún más el apoyo al ya frágil Gobierno israelí que esta semana perdió su mayoría en la ‘Knésset’.

Tel Aviv se suma así a las ciudades de Bnei Brak (5 muertos), Hadera (2 muertos) y Beer Sheva (4 muertos) que a finales de marzo sufrieron tres atentados cometidos por tres árabes-israelíes (inspirados en el Estado Islámico) y un palestino vinculado a la Yihad Islámica y procedentes del norte de Cisjordania. Días después y escoltados por soldados y agentes israelíes mataron a cinco miembros del brazo armado de Yihad Islámica en tiroteos durante dos redadas en Cisjordania.

Desde hace semanas, la Policía israelí se encuentra en máxima alerta con especial énfasis en la Ciudad Vieja de Jerusalén y el temor a ataques y disturbios con palestinos a raíz de la última ola de ataques y el inicio del Ramadán.