Washington (EFE).- La Cámara Baja de Estados Unidos aprobó este martes la apertura de un juicio político (impeachment) contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, por su gestión de la frontera con México.
Después del intento fallido el pasado 6 de febrero, esta vez, el hemiciclo, mayoritariamente republicano, respaldó el proceso con 214 votos a favor y 213 en contra.
Mayorkas, encargado de la migración en la administración del presidente Joe Biden, enfrenta acusaciones de «violación de la confianza pública» y «negativa sistemática y deliberada a cumplir con la ley». Sin embargo, la decisión final recae en el Senado, controlado por los demócratas.
Los representantes republicanos Ken Buck, Mike Gallagher y Tom McClintock votaron en contra de la resolución, junto con toda la bancada demócrata.
La aprobación ajustada este martes sigue a la semana pasada, cuando los republicanos no lograron reunir los votos suficientes para el juicio político contra Mayorkas, con un resultado sorprendente de 214 votos a favor y 216 en contra.
Este evento marca la primera vez en casi 150 años que la Cámara Baja somete a juicio político a un secretario del Gobierno. La única ocasión previa fue en 1876, cuando el secretario de Guerra William Belknap fue imputado pero absuelto por el Senado.
Tras la votación, el presidente Joe Biden lamentó el «descarado acto de partidismo inconstitucional» y defendió a Mayorkas, describiéndolo como un servidor público honorable. Biden instó a los republicanos a abordar las preocupaciones genuinas sobre la frontera mediante el fortalecimiento de la seguridad y la asignación de más recursos.
El presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, acusó a Mayorkas de incumplir deliberada y consistentemente las leyes federales de inmigración desde su primer día en el cargo, alimentando la peor crisis fronteriza en la historia de Estados Unidos, según la investigación de un comité del Congreso.
La líder de la minoría del Congreso, la demócrata Kartherine Clark, calificó la votación de «vergonzosa», acusando a los republicanos de impulsar el juicio político para socavar la acción bipartidista y reforzar a Donald Trump.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, argumentó que el juicio político busca apaciguar aún más a Donald Trump, pero su éxito es improbable, ya que en el Senado se requieren dos tercios de los votos y los demócratas tienen la mayoría. Incluso se contempla la posibilidad de que el juicio no llegue a votación, con una mayoría simple en el Senado, según algunos senadores demócratas.