En Orchard Park, los Buffalo Bills celebraron una victoria contundente en un partido pospuesto, donde las imprecisiones de los Pittsburgh Steelers resultaron ser el factor decisivo que les costó la derrota.

Josh Allen destacó al lanzar tres pases de anotación y establecer un récord para la franquicia con un acarreo de 52 yardas para otro touchdown. El estadio Highmark se vistió de blanco con la nieve lanzada al aire como confeti cuando Allen conectó un pase de anotación de 17 yardas a Khalil Shakir, restando 6:27 en el reloj y restableciendo una ventaja de dos anotaciones para Buffalo. Shakir, con un giro hábil, evadió una tacleada de Minkah Fitzpatrick en el centro del campo antes de superar al resto de la defensiva de los Steelers y llegar a la zona de anotación.

Los Buffalo Bills, clasificados como segundos preclasificados (12-6), avanzaron tras cerrar la temporada regular con cinco victorias consecutivas. Ahora, se preparan para ser anfitriones de los Kansas City Chiefs, terceros en la posición de playoffs, en la Ronda Divisional el domingo por la noche. Los Bills anhelaban enfrentarse a los Chiefs en casa, recordando las derrotas en postemporada en Kansas City en las temporadas de 2020 y 2021.

La actuación destacada de Allen incluyó 21 completos de 30 pases para 203 yardas, además de correr para 74 yardas en ocho acarreos. Este rendimiento lo convirtió en el primer mariscal de campo en la historia de los playoffs en lanzar tres o más pases y correr para al menos 70 yardas y una anotación.

A pesar de los dos pases de touchdown de Mason Rudolph en su primera apertura en playoffs con los Pittsburgh Steelers (10-8), la inconsistencia en ambos lados del balón resultó ser un obstáculo insuperable ante la eficacia de Allen y los Bills. Con esta derrota, los Steelers acumulan su quinta derrota consecutiva en playoffs, marcando siete años desde su última victoria en postemporada.

La victoria de los Buffalo Bills no solo resalta el rendimiento excepcional de Josh Allen, sino que también pone de manifiesto la fortaleza y la consistencia del equipo en un partido clave. El gesto simbólico de la nieve como confeti en el estadio Highmark subraya la euforia de los aficionados ante el desempeño destacado de su equipo en la Ronda de Comodines de la AFC.

El próximo desafío para los Bills será enfrentarse a los Kansas City Chiefs en la Ronda Divisional, marcando un enfrentamiento que busca redención después de las derrotas anteriores en postemporada en Kansas City. La ambición de los Bills por avanzar en los playoffs y buscar el tan ansiado título se refleja en su determinación para superar adversidades pasadas.

La actuación histórica de Josh Allen, al convertirse en el primer mariscal de campo en la historia de los playoffs en lanzar tres o más pases y correr para al menos 70 yardas y una anotación, destaca la versatilidad y el impacto que puede tener en el juego. Su conexión con Khalil Shakir y la capacidad para liderar ofensivas eficaces consolidan su papel como líder indiscutible del equipo.

Por otro lado, los Pittsburgh Steelers, a pesar de los dos pases de touchdown de Mason Rudolph, se vieron superados por la inconsistencia en ambos lados del balón. La derrota prolonga su racha de resultados desfavorables en playoffs, marcando un período de siete años desde su última victoria en postemporada.

La narrativa de los playoffs continúa, y los Buffalo Bills, respaldados por su desempeño dominante, se erigen como contendientes formidables. La euforia en la afición y la preparación para el próximo enfrentamiento contra los Kansas City Chiefs generan una expectativa creciente en torno a la travesía de los Bills en busca de la gloria en la presente temporada de la NFL.