Venezuela y Nicaragua también han sido vetadas. «Si no estamos todas las naciones, no es Cumbre de las Américas», protestó la presidente hondureña, Xiomara Castro.  «No existe una sola razón que justifique la exclusión de país alguno de nuestra América de esta cita», se quejó la Asamblea Nacional del Poder Popular, reunida estos días en La Habana de forma extraordinaria para aprobar, entre otras normas, el nuevo Código Penal del castrismo.

«Un nuevo acto agresivo de Estados Unidos contra Cuba, incluyendo las fuertes presiones y amenazas sobre numerosos gobiernos latinoamericanos y del Caribe», profundizaron los legisladores de la Comisión de Relaciones Internacionales, que de esta forma se unen a los llamados de su líder, Miguel Díaz-Canel. El sucesor de Raúl Castro cuenta con el respaldo firme de Venezuela y Nicaragua, también excluidos por no respetar los «principios democráticos», según han adelantado distintos portavoces de la administración de Joe Biden.

A la cabeza de todos ellos se ha situado el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dispuesto a boicotear el cónclave que se celebrará en junio en Los Ángeles. Con Nicolás Maduro como estandarte, las tres dictaduras latinoamericanas son las principales aliadas de Vladimir Putin en la región.

El Partido Comunista de Cuba (PCC) aprovechó para denunciar la supuesta «campaña de mentiras y desinformación promovida por EEUU, que intenta mostrar al mundo una realidad que no existe en Cuba y para ello crea noticias falsas, manipula imágenes, miente sobre supuestos perseguidos, torturados y desaparecidos».

En la actualidad, el castrismo mantiene en prisión a 1.015 prisioneros políticos, de los que 874 fueron apresados tras la rebelión popular del 11J del año pasado por protestar pacíficamente, según los datos aportados por la organización Prisoners Defenders. Entre ellos se encuentran varios líderes de la disidencia y el activismo cubano, como el artista Luis Manuel Otero Alcántara, al frente del Movimiento San Isidro; el rapero Maykel Osorbo, uno de los autores del himno libertario Patria y Vida y José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).

El Comité contra la Tortura de Naciones Unidas ha reclamado al estado cubano que investigue y juzgue a los responsables del «uso excesivo de la fuerza y malos tratos ocurridos durante las protestas sociales del 11J».

De momento, López Obrador cuenta con el respaldo de Bolivia, que ya ha anunciado que no asistirá si no van sus aliados revolucionarios, además de Argentina y Honduras, quienes apoyan su iniciativa aunque tampoco han concretado cuál será su posición final. «Si no estamos todas las naciones, no es Cumbre de las Américas», protestó la presidenta hondureña, Xiomara Castro.

No sólo los gobiernos, también partidos y dirigentes de la izquierda continental se han sumado a la protesta de México. «Su pecado y delito fue liberarse del intervencionismo del imperio norteamericano. Cuba, Nicaragua y Venezuela son pueblos libres que por defender su soberanía son excluidos de la Cumbre de las Américas. Una cumbre que excluye es una acción política que destruye», disparó el expresidente boliviano Evo Morales.

En Perú, el líder marxista Vladimir Cerrón presiona a Pedro Castillo para que se sume al bloque antiCumbre. «Perú no debe asistir a la Cumbre por su carácter discriminatorio, colonialista e impostor», sostuvo Cerrón, de cuyos diputados depende buena parte de la supervivencia política del maestro de Cajamarca.