Se tramita una demanda de Republiek que tacha de ilegales los poderes judiciales del monarca
Se tramita una demanda de Republiek que tacha de ilegales los poderes judiciales del monarca

¿Alguien imagina a un rey en ejercicio en el banquillo? Las prerrogativas de inmunidad de las que gozan los jefes de Estado lo hacen prácticamente imposible en todos los casos. Y, sin embargo, el soberano de los Países Bajos, Guillermo Alejandro, es protagonista de un cuando menos sorprendente proceso en los tribunales en el que se juzga su propia figura. Tenga o no recorrido la demanda en contra del rey, que no parece que vaya a tener mucho, el asunto ha reabierto el debate sobre el alcance de las facultades y privilegios de un monarca parlamentario, con ecos muy interesantes para un país como España.

El caso es que en un tribunal del distrito de La Haya se celebró el miércoles una sesión que daba trámite a la demanda interpuesta hace casi dos años por el grupo Republiek, que aboga por abolir la Corona en los Países Bajos. La organización acusa al rey de tener un papel e influencia sobre el sistema judicial en su opinión ilegal que, argumentan, viola principios de la Convención Europea de Derechos Humanos, ratificada por Países Bajos en 1954. Floris Müller, portavoz de Republiek, explicaba que «todos los ciudadanos son iguales ante la ley, excepto si eres rey», dado que la Constitución holandesa -enmendada por última vez en 2008-, en su artículo 42.2, le declara «inviolable». Y subrayaba el letrado que la mencionada Convención pone el acento en que, para que se celebren juicios justos, es insoslayable tanto la independencia judicial como la apariencia de independencia.

Republiek recuerda que la justicia se imparte en nombre del rey. O que jueces, fiscales y hasta abogados deben hacer profesión de fe de lealtad al monarca al tomar posesión de sus cargos. Nada distinto de lo que ocurre en cualquiera de las 11 Monarquías parlamentarias europeas. Pero el grupo antimonárquico hasta ironiza con que los retratos de Guillermo Alejandro de Orange inundan todas las dependencias judiciales del país. «Los procedimientos no son iguales si hay un retrato de tu oponente colgado detrás del juez, incluso si éste es alguien independiente», argumentó en la pintoresca sesión Ewout Jansen, abogado de Republiek, según difundieron medios holandeses.

Esto último hace referencia a distintos procesos judiciales que en los últimos años han tenido a la familia real holandesa como protagonista. Por ejemplo, la demanda interpuesta por el Gobierno en favor de la Corona en 2013 contra una revista, Niewe Reu, por la publicación de unas fotos de la heredera, Amalia, entonces menor de edad, jugando al hockey. La Justicia condenó a la publicación por violar el derecho a la intimidad de la princesa y las normas de protección a la infancia. O la demanda, igualmente ganada en 2020, contra un ciudadano que, entre otras lindezas, llamó a la reina Máxima «perra», «hija de un asesino» -su padre fue ministro de Videla- o «cerda asquerosa». Lo que Republiek viene a decir es que la familia real juega con ventaja en los tribunales y que se aprovechan de prerrogativas que cuestionan hasta la mencionada apariencia de independencia judicial. Y reclaman una rebaja de los poderes del soberano y la eliminación de todas las disposiciones de su participación en el sistema legal.

CROWDFUNDING PARA EL PROCESO

Republiek inició una campaña de crowdfunding para recaudar 35.000 euros para las costas del proceso. Y, al fin, sus promotores han podido presentar ante un tribunal sus cuitas, aunque no se vieran cara a cara con el rey. Guillermo Alejandro fue gentilmente convocado a comparecer en la sesión por si quería contrarrestar las acusaciones. Pero nadie esperaba que se plantara en el tribunal, a lo que no estaba obligado. Sin embargo, sí tuvo defensores. El fiscal general Reimer Veldhuis y hasta un abogado personal del monarca, Arnold Croiset van Uchelen, comparecieron para rebatir los argumentos de Republiek. El primero dio una lección básica de constitucionalismo, explicando qué significa la inviolabilidad –diferenciando entre la dimensión institucional del monarca y su esfera privada, cosa que no ocurriría en España- o desmontando que el rey tenga poderes efectivos en el sistema judicial. Y, sobre todo, argumentó que las exigencias del grupo republicano sólo podrían ser satisfechas con enmiendas constitucionales.

El tribunal en cuestión dará a conocer alguna resolución el 8 de marzo, probablemente la de que no es una cuestión que deba ser juzgada. Aunque el pintoresco proceso viene a confirmar que en los Países Bajos sí se pueden interponer demandas contra su inviolable rey -siempre en la esfera civil, nunca en la penal-. Republiek quizá se conformara si logra al menos que quiten unos cuantos retratos regios de los juzgados.