El general retirado del Ejército, Rafael Hernández Nieto, señalado por su presunta responsabilidad en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, podrá enfrentar su proceso penal en prisión domiciliaria, gracias a la decisión de Raquel Ivette Duarte, jueza del Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales con sede en Toluca, en el Estado de México.
La jueza le impuso a Hernández Nieto una fianza adicional de 50 mil pesos y no podrá salir del estado de Puebla, donde reside.
Un juez de distrito penal concedió el beneficio de la prisión domiciliaria al militar ahora retirado, quien es acusado de los delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada cuando se desempeñaba como comandante del 27º Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con sede en Iguala, Guerrero, en 2014, cuando desaparecieron los estudiantes normalistas.
Sin embargo, el exmilitar no fue procesado por este caso hasta este año. Ello ocurrió cuando, el pasado 21 de junio, se emitió la orden de aprehensión contra él y otros 15 elementos de la Sedena por presuntamente haber participado en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014.
El 9 de julio, el general fue arrestado y trasladado al Campo Militar Número 1 en la Ciudad de México, no obstante, recibió el beneficio de prisión domiciliaria para continuar su proceso penal. Lo logró gracias a que sus abogados alegaron distintos problemas de salud, argumentos que el juez responsable del caso aceptó.
El general retirado presuntamente formó parte de un grupo de militares implicados con la desaparición de los normalistas, pues la Comisión de la Verdad del gobierno federal identificó que seis estudiantes fueron trasladados al campo militar de Iguala con vida, pero posteriormente no se documentó su salida, ni el Ejército ha permitido que se investigue qué ocurrió en sus instalaciones.
El 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes normalistas de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, fueron desaparecidos, cuando fueron retenidos por presuntos policías municipales de Iguala e integrantes del grupo criminal denominado Guerreros Unidos, liderados por Sidronio Casarrubias, sin embargo, también colaboraron autoridades federales como la Sedena que estuvo enterada y participó en los hechos.
