MONTREAL – Es posible crear 20 millones de nuevos empleos en soluciones basadas en la naturaleza, si en ese campo se triplican las inversiones, indicó un estudio de tres entidades internacionales presentado en la 15 Conferencia de las Partes (COP15) sobre Diversidad Biológica en esta ciudad canadiense.

En la actualidad, casi 75 millones de personas ya están empleadas en soluciones basadas en la naturaleza, y según el informe Decent Work in Nature-based Solutions  (Trabajo decente en soluciones basadas en la naturaleza), la gran mayoría (96%) vive en Asia y el Pacífico y en países de renta media-baja.

Muchos de estos empleos son a tiempo parcial, se calcula que el empleo total ronda los 14,5 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, y además las cifras no reflejan pérdidas y desplazamientos que pueden producirse en esos puestos.

Con nuevas y crecientes inversiones, esas cifras de empleos pueden elevarse con creces, sobre todo en las zonas rurales, sostiene el informe.

La mayor parte del gasto en soluciones basadas en la naturaleza se produce en países de renta alta, indicó el informe dado a conocer en Montreal y elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El Pnuma estima que actualmente se invierten en soluciones basadas en la naturaleza unos 154 mil millones de dólares al año, cifra que para encarar el conjunto de desafíos en el sector debería elevarse a 384 mil millones en 2025 y a 484 000 millones de dólares hacia 2030.

El nuevo informe subraya la necesidad y oportunidad de aprovechar más el poder de la naturaleza para abordar desafíos como el cambio climático, el riesgo de desastres, la inseguridad alimentaria e hídrica, y al mismo tiempo “crear oportunidades de trabajo significativas”.

Recordó la definición dada por la Asamblea General de las Naciones Unidas a las soluciones basadas en la naturaleza como “medidas encaminadas a proteger, conservar, restaurar, utilizar de forma sostenible y gestionar los ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos naturales o modificados”.

Esas soluciones “hacen frente a los problemas sociales, económicos y ambientales de manera eficaz y adaptativa, procurando bienestar humano, servicios ecosistémicos, resiliencia y beneficios para la biodiversidad”, según el texto de la ONU.

En los países de renta baja y media-baja, casi todo el trabajo realizado en soluciones basadas en la naturaleza (98 % y 99 %, respectivamente) se lleva a cabo en los sectores agrícola y forestal. Ese porcentaje se reduce a 42 % en los países de renta media-alta y a 25 % en los de renta alta.

En los países industrializados, donde la productividad agrícola es elevada, el gasto en soluciones basadas en la naturaleza se concentra en la restauración de ecosistemas y la gestión de recursos naturales.

Los servicios públicos aportan la mayor parte del trabajo realizado en esas soluciones en los países de renta alta (37 %), y la construcción también representa una parte considerable (14 %).

Pero si la inversión se triplica en los próximos años pueden generarse otros 20 millones de empleos en el sector, de aquí hasta 2030, calzando con logros como conservación de la biodiversidad, restauración de la tierra y objetivos climáticos.

Sin embargo, el informe advierte de que actualmente no hay garantías de que el empleo de soluciones basadas en la naturaleza cumpla las normas de la OIT para empleos verdes, pues para ello es necesario que los empleos pertenezcan al sector medioambiental y cumplan las normas de trabajo decente.

En el trabajo decente la OIT incluye las normas laborales internacionales y nacionales, y las del trabajo digno, definido como el justamente remunerado y en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.

El informe plantea aplicar políticas de transición justa, con medidas para incubar y apoyar a las empresas y cooperativas que trabajan en soluciones basadas en la naturaleza, y medidas para ayudar a los trabajadores a prepararse y conseguir puestos de trabajo basados en ese tipo de soluciones.

Asimismo, que las universidades integren la materia en sus planes de estudios, y políticas que ayuden a cumplir las normas laborales básicas, incluidos los salarios mínimos, la seguridad y la salud en el trabajo, la libertad de asociación y el uso del diálogo social.

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Fuente: ipsnoticias.net