Por: La Redacción.
Hermosillo, Sonora., a 30 de septiembre del 2024.- La Fiscalía de Sonora informó que detectó cámaras de videovigilancia que fueron colocadas de manera irregular por “halcones” es decir, personas que los grupos criminales utilizan para vigilar las calles y alertar de la presencia y movimientos de los cuerpos de seguridad, en este caso de efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional.
Esta situación no solamente se ha registrado en Sonora, sino que en ciudades como Reynosa, Tamaulipas y Nogales los policías han desmantelado decenas de cámaras vinculadas a grupos criminales
En Reynosa, en agosto de 2023, las autoridades locales encontraron más de 50 cámaras instaladas ilegalmente en postes de luz y señales viales. Las cámaras estaban conectadas a sofisticados sistemas de vigilancia que transmitían imágenes en vivo a centros de vigilancia controlados por los cárteles.
El uso de tecnología avanzada por parte de los narcotraficantes no es nuevo, pero el despliegue de estas redes de vigilancia masiva ha sorprendido a las autoridades por su nivel de sofisticación y alcance.
“Los cárteles han establecido su propio sistema de inteligencia, que les permite anticiparse a nuestras operaciones”, dijo un funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas.
Estas redes forman parte de una infraestructura oculta que también incluye radios, antenas y drones para ampliar el control territorial de las organizaciones criminales en varias localidades donde operan como un sistema avanzado de espionaje urbano, permiten a los delincuentes monitorear la actividad de la policía, los rivales y los ciudadanos en tiempo real, lo que plantea un desafío cada vez mayor para las fuerzas de seguridad.
Una de las maneras que utilizan estos criminales para mantener el tener control a la distancia es infiltrándose en las cámaras de videovigilancia de los lugares en los que opera, lo cual ya han hecho en varias ciudades mexicanas fronterizas y recientemente se descubrió en San Luis Río Colorado, Sonora.
El objetivo principal de estas cámaras es monitorear la presencia y los para monitorear a competidores y personas de interés, creando un ambiente de control y miedo entre movimientos de la policía y las fuerzas armadas, permitiendo a los delincuentes escapar de operaciones y emboscadas.
En Reynosa, uno de los principales centros de actividad del Cártel del Golfo, las autoridades dijeron que se instalaron cámaras ilegales en puntos estratégicos de la ciudad, como principales rutas de acceso y áreas comerciales, lo que permitió a los delincuentes observar las operaciones de las fuerzas de seguridad en tiempo real y ajustar sus actividades en consecuencia.
Cada cámara estaba conectada a redes clandestinas de Internet, lo que facilitaba la transmisión de imágenes sin tener que depender de proveedores de servicios locales.