Jerusalén (EFE) El conflicto entre Hamás e Israel alcanza un preocupante día 105, marcado por una escalada de la violencia. En las últimas horas, las fuerzas israelíes han intensificado sus ataques en Gaza, utilizando recursos terrestres, aéreos y navales. En un reciente desarrollo, Wael Abu Fanounah, miembro destacado de la Yihad Islámica, fue eliminado en un preciso ataque aéreo dirigido por el Comando Sur.
Las acusaciones contra Abu Fanounah, vinculándolo como «jefe adjunto de las operaciones de guerra psicológica de Yihad Islámica», subrayan la complejidad y las dimensiones psicológicas de este conflicto prolongado. El papel del líder eliminado en la publicación de vídeos de ataques y la manipulación de la información como parte de la guerra psicológica, revela la estrategia adoptada por las facciones involucradas.
La lucha continúa en diversas zonas de Gaza, con tropas terrestres, fuerzas navales y ataques aéreos precisos en operaciones conjuntas. La resistencia persiste, incluso en áreas donde se afirmó previamente que se desmanteló la infraestructura militar de las milicias. La situación en el norte de la Franja, donde fuerzas aéreas y terrestres combinadas se enfrentaron y eliminaron a varios terroristas armados, destaca la complejidad del escenario actual.
Desde el inicio del conflicto, la cifra de víctimas en Gaza supera las 24.600, con un 75% de ellas conformada por niños, mujeres y ancianos. La crisis humanitaria se agrava, con escasez de alimentos, agua potable y suministros básicos. Los servicios médicos se encuentran al límite, propagando epidemias debido a las condiciones de higiene precarias y el hacinamiento.
La población de Gaza enfrenta más de dos millones de desplazados internos, con áreas enteras sin acceso a comida o asistencia básica. La Media Luna Roja Palestina ha instado a la creación de «corredores humanitarios seguros» para abordar la emergencia humanitaria.
Mientras tanto, Gaza sufre el impacto de un prolongado apagón de conexión telefónica e internet, generando dificultades tanto en la comunicación interna como con el exterior. La región, ya devastada, enfrenta desafíos adicionales en un conflicto que se compara con episodios de devastación histórica.