Cowboys vs Giants - Semana 15

FRISCO, Texas – El estar 9-4 a estas alturas debería ser algo bueno. De momento Empacadores (10-3), Bucaneros (10-3) y Cardenales (10-3) son sus homónimos divisionales y con cuatro juegos restantes, no hay nada escrito en cuanto al orden de campeones rumbo a la gran fiesta.

Hay que recordar que los sembrados uno y dos descansan la primera semana, y el número uno tendrá la fortuna de recibir todos sus juegos de postemporada en su propia guarida.

Pero de momento en The Star tal parece que las dudas a la ofensiva sobrellevan cualesquiera sean las buenas vibras de tener tres juegos de ventaja ante sus más cercanos rivales Washington (6-7) y Philadelphia (6-7), que por cierto, se juegan entre sí en esta jornada quince.

Los números azulplata delatan la ofensiva total número dos de la liga, sexta por acarreo y cuarta por aire, siendo la número dos en promedio de puntos anotados. Y como para despertar al propio Ripley de su eterno sueño, la defensiva, ártifice indiscutible en sus últimas dos victorias ante Washington y Nueva Orleans, tiene números muy del montón — 23 total, 15 ante el acarreo y 23 ante el pase.

Es difícil de explicar. Ni con regla cuadrada.

La dudas de momento son del lado ofensivo, y tanto Dak Prescott como Ezekiel Elliott están en el centro del escenario. Ambos delatan una definitiva baja de juego, una tal que de pronto tiene a una escuadra de Kellen Moore en busca de aquel vuelo que presumían hace escasas semanas cuando todo parecía helado y pastel.

Por su lado, estos pobres Gigantes (4-9) llegan cojeando de la manera más visible. Su mariscal de campo Mike Glennon es un deshecho de Tamba Bay, Chicago, Arizona, Oakland y Jacksonville, y para Joe Judge el ángulo ahora es que tanto quieren ganar al momento de pensar en el tiangüis de cuerpos universitarios en abril del 2022.

Su ofensiva es la 25 total, 26 por tierra y 20 por aire, mientras que la defensiva llega 26 total, 25 ante el acarreo y 19 ante el pase. Más del montón no pudieran estar.

Parece que el viejo adagio del gran Bill Parcells advirtiendo que, «eres lo que tu marca de ganados y perdidos dice que eres ….» es muy adecuado en este caso. Estos Hombre G en el papel no deberían ser una amenaza …. en el papel, porque la falta de confianza ofensiva vaquera pone un velo de duda sobre la necesidad de ser suficiente equipo para poder ganarle a los equipos a los cuales se le debe ganar.

Dar vuelta a la hoja

Como de costumbre cuando hay cualquier tema por descifrar con los Cowboys los micrófonos terminan enfocándose en Dak Prescott, de manera de aclarar el porque del estado actual del equipo. Con miras a la jornada 15 la incógnita es el porque de su propia baja de juego, el cómo en cuanto a anotar solamente tres puntos en la segunda mitad en Washington y aquella inexplicable intercepción …. pareciera una interminable serie de preguntas. Lo mismo con Ezekiel Elliott, que por su parte tiene que asegurar día tras día que esta entero y no a todo esto de descansarlo para la recta final. Otro remolino existencial. Para este juego los dos tienen que olvidar lo recién acontecido y saltar a la grama con la mente en blanco y enfocarse en lo más próximo, la siguiente jugada. Olvidarse de su marca de ganados y perdidos, olvidarse de la marca de los Gigantes, olvidarse de dónde vienen y hacia donde van. Enfocarse en lo básico sin adelantarse ante un rival divisional que por si mismo pudiera autodetonarse.

 Que la mata siga dando. 

*Dan Quinn pareciera el propio Dr. Frankenstein al crear una escuadra defensiva que de pronto presume trayectoria tal donde su líder Micah Parsons anda siendo comparado con un tal Lawrence Taylor. El propio novato le puso alto a esto, mostrando que sus pies están firmes en la tierra, estableciendo de manera fiel que todavía hay varias hojas en blanco por llenar antes de comparaciones de cualquier tipo. Ante Washington Parsons se acompaño de Lawrence, Gregory, Gallimore, Odighizuwa, Watkins y hasta Trysten Hill para torturar tanto a Taylor Heinicke y Kyle Allen al grado de prácticamente tirar la toalla desde su equina al centro del cuadrilátero. Esto tiene que continuar, porque con la recta final a la vista, el equipo cuya identidad se basaba en dominar las trincheras a la ofensiva ahora se apoya incondicionalmente en que su defensiva los ayuden a sobrevivir, aun ante un raquítico equipo con pocas perspectivas de ambos lados del balón.

Ajustes sobre la marcha

Con los nubarrones alrededor de Elliott y las dudas existentes con Tony Pollard, el juego terrestre de Mike McCarthy se ha vuelto una ruleta rusa. Considerando que la defensiva de casa tiene cuestionable a los linieros defensivos Austin Johnson y Leonard Williams, la posibilidad de ver despertar este departamento se vuelve factible y tengamos por seguro que Moore le va a poner atención desde temprano. Lo claro es que en sus últimas dos victorias el no poder mover las cadenas para cerrar el juego fue por demás notorio, y ante los Gigantes la idea pareciera ser tratar de volver a reencontrar esa identidad. La reaparición de Pollard puede ser la clave, porque aun cuando Elliott se dictamina a un solo respiro de volver a su explosivo perfil, el poder combinarlos al grado de compartir 50-50 en los acarreos solo puede ser benéfico a estas alturas. Hace escasas semanas se preguntaba si de pronto Pollard pudiera sobrellevar a Elliott como el titular y la respuesta se convirtió en, ¿qué importa? Lo cierto es que cerrar el juego con el acarreo requiere de un compromiso del balance con el pase, pero si de pronto el acarreo no genera, pocas son las posibilidades que de pronto al final del juego se pueda lograr.

Circo de tres pistas

Así como la ofensiva pudiera tener o no tener la habilidad de correr el balón de manera efectiva, el juego aéreo tiene la obligación de no desaparecer. Amari Cooper, CeeDee Lamb y Michael Gallup tienen ahora la responsabilidad de cargar con la ofensiva desde un principio, considerando que conforme se dé el juego el ajuste en el balance de pase-acarreo pudiera requerirlos.

Aquí es donde Dak Prescott entra a la discusión, al ponerse en tela de juicio si puede ejecutar el plan cuando el juego por tierra no responde. La falta de Cedric Wilson por entrar al protocolo COVID es factor, considerando que Noah Brown paso a las lista de lesionados y si de pronto hay que ajustar el plan de juego lo mejor es tener el máximo de opciones. Llegó el momento de que regrese al escenario Dalton Schultz, cuya efectividad en octubre se tornó un acto de ausencia en noviembre, y de pronto porque no tirarle el balón a un reaparecido Sean McKeon o hasta al veterano Jeremy Sprinkle.

Línea de primera resistencia

La lupa del lado ofensivo también esta sobre la protección de Prescott, otro de los factores en la comentada baja de juego del líder vaquero. Lo cierto es que la falta de Tyron Smith ya ha sido digerida y con el recién uso de linieros ofensivos elegibles como ala cerrada para complementar el lado izquierdo, la estrategia entre guardaespaldas también cuenta con sus propios ajustes. El continuar con victorias en diciembre requiere de establecer un grado de confianza en la línea ofensiva, y el saber que detrás de ellos esta uno de los mejores corredores de la presente generación de gladiadores cuya última salida de mas del centenar de yardas fue el 10 de octubre ante estos mismos Gigantes al son de 44-20, tiene que picarles la cresta como cuadrilla. Lo cierto es que ante estos pobres neoyorkinos se pudiera reencontrar el camino de perdido esta semana en East Rutherford para así ponerle pausa a los interrogatorios.