La vulnerabilidad de decenas de mujeres que viven en la pobreza o en entornos violentos, las hace presas fáciles de gente sin escrúpulos que se aprovecha de sus necesidades para convertirlas en esclavas sexuales, incluso, en muchas ocasiones, llevándolas fuera de sus países.

En México ocurrió esta situación, la cual fue detectada por autoridades, quienes lograron desmantelar una red de tráfico sexual y dos de las responsables fueron sentenciadas a 30 años de cárcel.

Natty “V” y Gabriela “B”, ambas de origen venezolano, reclutaban a mujeres de Venezuela y Colombia con la promesa de ofrecerles un trabajo como modelos en México, lo que evidentemente llevó a varias chicas a acudir y solicitar el tan deseado puesto, creyendo que vivirían un sueño, sin saber que lo que ocurriría sería una pesadilla.

Una vez en territorio mexicano sí les tomaban fotos, pero no para modelar, sino para ofrecerlas a ellas y sus servicios sexuales en una página web dedicada a esos fines.

Los clientes no faltaban, pero como ocurre en ese tipo de mafias que operan con engaños, las víctimas no veían un solo peso de lo pagado, pues las explotadoras les retenían el dinero bajo el argumento de que debían el traslado y hospedaje.

Fue en 2018 cuando comenzó la investigación contra estas dos mujeres, la cual fue llevada por la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas. Cuatro años después un Juez Federal de Morelos dictó la sentencia condenatoria de 30 años y estableció una multa de 241,800 pesos.

La trata de personas en sus distintas modalidades es considerada la esclavitud moderna, pues a las víctimas se les niegan todos sus derechos humanos. En México este delito incrementó considerablemente en los últimos cuatro años.

La explotación sexual es la modalidad más usada de la trata de personas en territorio mexicano, y la mayoría de las víctimas son menores de edad.