AMLO aprovechó el tema migratorio, para pedir a EEUU que regularice diez millones de hispanos y haga las paces con Cuba y Venezuela. AMLO celebró también la llegada de Lenia Batres a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La breve conferencia de prensa de este viernes 5 de enero del presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo dedicada casi en su totalidad al peculiar caso de los 32 migrantes que habrían sido secuestrados por un grupo criminal que no se ha dado a conocer, para luego ser liberados de manera voluntaria sin que haya claridad respecto del móvil o de la identidad de los autores materiales de esta situación.
Lo que sí quedó claro este viernes es que no había cuatro ciudadanos colombianos, como el presidente Gustavo Petro se apresuró a decir a mediados de esta semana. En el grupo de personas ahora libres están seis personas de Honduras y 26 más de Venezuela, un número que refleja los patrones que sigue la ola masiva de migrantes que tratan de salir del país gobernado por Nicolás Maduro. De esos 26 venezolanos, tres tienen además de la nacionalidad venezolana, la colombiana.
Como suele ser en las conferencias de prensa de López Obrador, él presentó los hechos como parte de complejas conjuras para atacar a su gobierno. Fue en ese sentido que, casi al inicio del encuentro dijo: “muchos medios y los adversarios hacen politiquería con este tipo de hechos y calumnian”, al tiempo que desmentía que hubiera “ingobernabilidad” en Tamaulipas, tema al que volvería el gobernador de esa entidad, Américo Villarreal, quien fue enlazado por videoconferencia para que participara, por ahí de las 7:20 am, por poco menos de diez minutos.
Lo que sí quedó en claro este viernes gracias a los dichos de la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, es que no hubo algún operativo para liberar a los migrantes. Fueron liberados por quienes originalmente los habían secuestrado. En ese sentido también quedó claro que no hubo pago de rescate.
La liberación de los migrantes dio pie a que, por ahí de las siete y media, AMLO celebrara el que Joe Biden sea el único presidente de Estados Unidos que “no ha construído muro” en la frontera entre ambos países.
Casi una hora después, cerca de las ocho y media, López Obrador regresó al tema de la migración y llamó a Estados Unidos a profundizar la integración con México y el resto del continente, para lo que volvió a valerse del recuerdo de la llamada Alianza para el Progreso que anunció John F. Kennedy como una de las prioridades de su gobierno a principios de los años sesenta del siglo pasado, aunque nunca logró materializarse.
En ese sentido, López Obrador planteó un programa de cuatro puntos para atender el problema de la migración. Estos cuatro puntos son:
- Que el Congreso de Estados Unidos apruebe un plan para el desarrollo y bienestar con una inversión de 20 mil millones de dólares para América Latina y el Caribe.
- Regularizar a, cuando menos, diez millones de personas de origen hispano con más de diez años de trabajo honrado en Estados Unidos.
- Suspender el bloqueo a Cuba; comenzar un diálogo y abandonar los temores sobre el terrorismo proveniente de La Habana.
- Quitar todas las sanciones a Venezuela.
«Ministra del pueblo»
Además del tema de los 32 migrantes y de la migración en general, López Obrador celebró la llegada de Lenia Batres a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a pesar de lo cual insistió en su idea de la necesidad de una reforma profunda de esa institución, que -según él- “no hace nada”, además de que les reprochó el “romper el equilibrio de poderes”.
López Obrador se apresuró a calificar a Batres como “la ministra del pueblo”, sobrenombre que según él le han dado, aunque no hay evidencia de que alguien que no sea el propio presidente la llame así, pues su gestión en el máximo tribunal del país apenas inició ayer jueves.
En ese mismo sentido, López Obrador estimó como positivo el que en redes sociales se haya publicado un vídeo en el que el hijo de la ahora ministra aparece en un pleito que el propio López Obrador calificó como “de vecindad”. Según AMLO, eso es positivo, lo que lo llevó a decir que “vamos de gane”.
Hacia el final de la conferencia, poco antes de las nueve de la mañana regresó al tema de la migración al hablar de un grupo de traficantes de personas, los así llamados “polleros” que operan desde el Estado de México y del que evitaron dar más detalles pues la investigación aún está en curso.
López Obrador dijo que habría que hablar del arresto de dos socios de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, pero adelantó que Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera daría más detalles de ese caso, relevante luego del arresto en España de Jonathan Weinberg Pinto, del que dimos cuenta en Los Ángeles Press, como se puede ver en la nota que aparece después del siguiente párrafo y que se suma al arresto de la hermana y el sobrino de García Luna, de los que también informamos.
En un hecho inusual, AMLO celebró al gobernador de Querétaro, el panista Mauricio Kuri, de quien dijo, cuando pasaban de las nueve de la mañana, que debía ser el candidato a la presidencia de “la oposición”. Poco después, concluyó la conferencia.