El Senado mexicano aprobó 300 ascensos de militares sin conocer sus biografías ni conoce información sobre compras de armamentos y vehículos
El Senado mexicano aprobó 300 ascensos de militares sin conocer sus biografías ni conoce información sobre compras de armamentos y vehículos

Por Guadalupe Lizárraga

Para México resulta muy peligroso tener un patrón errático en la política exterior y mantener en opacidad la cooperación militar internacional, fueron las advertencias del senador Germán Martínez, miembro del Grupo Plural mixto e independiente, en entrevista sobre la falta de transparencia en gastos de militarización y la compra de armamento por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.

“Nuestras leyes y la opacidad de la militarización que peligrosamente se está dando en México impiden que el Senado conozca con claridad el negocio de la militarización”, especificó el legislador. Y abundó que el Senado no conoce contratos en compras de armas, por ejemplo, en referencia a la empresa alemana Sig Sauer con contratos vigentes hasta 2024 autorizados por el Congreso de los Estados Unidos, ni presupuestos para mantenimiento en helicópteros u otros vehículos militares.

Incluso, señaló Martínez, que recién aprobaron –la mayoría oficialista a favor, y el Grupo Plural, en contra– el ascenso de más de 300 militares sin que conocieran sus biografías. “Ni comparecieron ante el Senado quienes ascendieron a generales, como sucede en Estados Unidos, ni mucho menos conocemos contratos de armas o de vehículos bélicos. Nos enteramos de esos reportes por los medios de comunicación”, apuntó.

Respecto al «El Informe de Labores 2019-2014» de la Sedena, subrayó que el Senado de México no conoce más que un “reporte sencillísimo, en el que se dice que hay una producción de armamento y municiones en unas cuantas palabras, algunos fusiles, de manera escueta, breve, es lo que conocemos. No conocemos más a detalle, ni la Secretaría de la Defensa ni las Fuerzas Armadas nos dan un informe al Senado sobre estos temas”.

Se trata del apartado 7.2.2. del informe, titulado ‘Producción de armamento y municiones’, el cual especifica que “se fabricaron 24,700 Fusiles FX-05 de los cuales 6,700 son para las diferentes Unidades del Ejército Mexicano y 18,000 para atención de la Guardia Nacional; así como 82,200 municiones y granadas de diferentes calibres, además se realizaron 3,692 servicios de mantenimiento diversos”. Es toda a información que se reporta.

Debido a que las posturas de los legisladores se han dividido tanto sobre el tema, dijo el senador, se formuló el planteamiento de una comisión especial para la apuesta de la militarización y de aumentar el plazo hasta 2028 para que continúen los militares en las calles, pero no se ha integrado. Se trata de una comisión bicameral de la que aún no se sabe quiénes la integran, quién la preside, ni hay un calendario de actividades, y mucho menos –enfatiza Martínez– plazos de entrega de información u objetivos de información concretos.

“El mundo militar en México está en la opacidad”, subrayó el senador, en alusión a los contratos de militares que no se someten a licitaciones públicas, sino que son por adjudicación directa. “Y esto está dividiendo a los militares, porque, por una parte, unos son favorecidos por contratos para una serie de actividades civiles como las aduanas, reparto de medicinas, la construcción del aeropuerto y el Tren Maya, actividades meramente civiles que no corresponden a la seguridad nacional. Pero, por otra parte, están los militares que tienen que ir a combatir al crimen”.

El senador aludió a la reciente muerte del general José Silvestre Urzúa Padilla, en un enfrentamiento con un grupo delictivo, siendo coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, e hizo la comparación con militares que están “cómodamente” en contratos de compra y mantenimiento de helicópteros o armamentos, o en actividades estrictamente de civiles.

“Se está prostituyendo, se está pudriendo con dinero a nuestras Fuerzas Armadas, y ése es un peligro para la seguridad nacional, tanto para los mexicanos como para nuestros vecinos, Guatemala o Belice, para mí cuentan lo mismo que Estados Unidos”, dijo.

La política exterior, sin pies ni cabeza

Sobre la postura internacional de México, de si es considerada poco estratégica, porque por una parte dice mantenerse neutral a la guerra de Rusia contra Ucrania, pero al mismo tiempo hay una cooperación militar con Rusia, el senador reiteró que es una política errática. “Es una política errática con Rusia, con Estados Unidos y con América Latina”.

Mencionó que el Grupo Plural de senadores, integrado por cinco miembros, fueron a la sede de la Embajada de Ucrania en México, con la embajadora Oksana Dramaretska, y se solidarizaron desde el primer momento de la invasión a este país europeo. “Nosotros como senadores no tenemos duda”, reafirmó.

“El senado revisa la política exterior de México, y yo digo que es una política errática porque el 16 de septiembre, Día de la Independencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso una comisión de paz para Rusia y Ucrania, en la que estuviera la India, el Vaticano y México. Insisto en que es errática porque propuso al Papa Francisco, católico, apostólico y romano, cuando allá es una iglesia ortodoxa, tanto en Rusia como en Ucrania. Ni esas sensibilidades existen”.

El senador insistió en que no calificaba la política exterior de México ni pro-ucraniana ni pro-rusa, sino que no tenía pies ni cabeza.

Entre otras situaciones que han afectado la imagen internacional de México mencionó el no pronunciarse ante los crímenes del presidente de Nicaragua Daniel Ortega o el opinar que en Perú las elites “habían tumbado” al presidente Pedro Castillo, mientras sus vecinos países suramericanos han respetado el procedimiento interno de los peruanos.