Sus familiares aseguran que no cometió los delitos y así los sentenciaron en Tenango.
Por Juan Ricardo Montoya
En demanda de justicia, familiares y amigos de Andrés Mabiel Ruiz Domínguez, que murió cuando era trasladado penal de Tenango de Doria -donde estaba recluido- al de Pachuca, se manifestaron la mañana de este jueves. Aseguran que fue asesinado a golpes por los custodios del penal.
«¡Basta de impunidad! ¡Que paguen los responsables!» ;»¡Él no murió; a él lo mataron!» «¡Querenos justicia!» y «¡queremos justicia para Andrés Ruiz!» son algunas de las leyendas que están escritas en las pancartas qué mostraban los manifestantes frente a las puertas de acceso del Centro de Reinserción Social (CERESO) de Pachuca.
Explicaron que el joven se encontraba internado en el penal de Tenango de Doria, ubicado a unos 170 kilómetros al noreste de Pachuca,en la región Otomi-Tepehua, en los límites de Hidalgo con Veracruz.
Cumplía una condena de cuatro años y 11 meses de prisión por robo de un teléfono celular y una laptop que aseguran no cometió.
El pasado 11 de julio fue sacado de allí y trasladado al Cereso de Pachuca.
Andrés Ruiz Susano, padre de la víctima aseguró que las autoridades del penal de Tenango nunca le informaron que iban a cambiar a su hijo de centro carcelario.
Durante el trayecto entre Tenango de Doria con Pachuca, dijo que los custodios golpearon al muchacho.
Era tan mal el estado en que se encontraba que en cuanto llegó al Cereso de la capital del estado fue enviado al Hospital General de Pachuca.
Allí, según el padre de Andrés, ya no lo quisieron recibir por el mal estado en que se encontraba. A causa de la golpiza que recibió, falleció. El señor Andres Ruiz Susano relató que las primeras horas de la madrugada del día 12 de julio, le llamaron por teléfono desde el penal de Pachuca «para que fuera a recoger a mi hijo». Aseguraron que hay versiones de que otros reos con los que Andrés tenía rencillas pagaron dinero a los custodios para que lo asesinaran.
Hasta el momento, las autoridades penitenciarios no han entregado los exámenes médicos de Andrés Mabiel Ruiz que se tuvieron que practicar antes de salir del penal de Tenango así como el de ingreso al de Pachuca.
Al momento de morir, Andrés Mabiel Ruiz dejó en la orfandad una niña de once años de edad y dos varones de 12 y ocho años, respectivamente.