Un grupo de individuos armados perpetró un ataque en la localidad de Chichihualco, ubicada en el municipio de Leonardo Bravo, a unos 40 minutos de Chilpancingo, Guerrero. Los agresores lanzaron granadas contra tres viviendas, que posteriormente fueron consumidas por las llamas.
Una vecina, quien presenció las llamas desde la distancia, compartió que los ataques iniciaron cuando salió la Guardia Nacional de la localidad.
El ataque tuvo lugar alrededor de las 20:00 horas del domingo pasado, en la Colonia 20 de Noviembre y otras dos casas en la colonia Manantiales. Estos sucesos se producen un mes después del primer enfrentamiento entre facciones de dos grupos delictivos, que ha mantenido a la comunidad en estado de aislamiento.
La casa de la colonia 20 de Noviembre se encontraba desocupada, ya que sus residentes, al parecer, habían huido debido a amenazas de muerte por parte de los delincuentes, según testimonios recabados.
Una mujer, que solicitó anonimato por motivos de seguridad, relató que la población entró en pánico al observar el incendio, preparándose para resguardarse ante la posibilidad de enfrentamientos armados en las calles, debido a que el pasado 18 de septiembre hubo otro enfrentamiento dejando un muerto y otra casa incendiada. Ese día huyeron de la localidad más de mil habitantes.
«Resulta curioso que el ataque a esta vivienda ocurriera precisamente cuando había una presencia considerable de patrullas de la policía estatal patrullando Chichihualco», destacó la misma fuente. Los grupos que se están enfrentando al parecer es la Federación Guerrerense, del grupo criminal Los Tlacos, contra la Familia Michoacana, aliados de Los Ardillos.
Suspensión de clases en escuelas debido a la violencia
Los enfrentamientos y actos de violencia en Chichihualco han llevado a la interrupción de las actividades escolares, donde los padres y maestros, preocupados por la seguridad, han optado por mantenerlos en sus hogares.
Los cortes de electricidad y la inestabilidad en las conexiones de internet han dificultado aún más el proceso de enseñanza en línea. Estudiantes y docentes lidian con la incertidumbre de no saber cuándo podrán conectarse nuevamente para continuar con sus lecciones. Esta situación ha dado lugar a una experiencia educativa fragmentada y frustrante.
«Yo tengo dos hijos en la escuela primaria, y aún no han podido regresar a las clases presenciales; están recibiendo clases en línea, aunque de manera intermitente debido a cortes de electricidad», agrega una de las testigos de la explosión.
Según la Secretaría de Educación en Guerrero, alrededor de 3,500 estudiantes de 26 escuelas de educación primaria, preescolar, secundaria y nivel medio superior continúan sin poder asistir a clases en sus instalaciones.
El lunes, apenas unas horas después del ataque armado, se llevaron a cabo patrullajes en las calles de Chichihualco, con la presencia de policías estatales a bordo de ocho vehículos.
«Hubo presencia policial en el mercado, el zócalo y las calles, pero la población ya se había resguardado en sus hogares desde las 4 de la tarde», señaló otro residente.