Por: La Redacción.

Ciudad de México., a 6 de septiembre del 2023.- El Cártel de Sinaloa, especialmente la facción liderada por Los Chapitos, es uno de los objetivos principales de las autoridades estadounidenses debido a las enormes cantidades de fentanilo que cruzan por la frontera.

Es por ello que, además de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, todos los miembros que conforman esta estructura criminal se encuentran en la mira de la DEA y el Departamento de Estado.

Uno de ellos, identificado como Juan Pablo Lozano, alias “Camarón”, cumple una función fundamental dentro del cártel, aunque poco se ha escuchado sobre él debido a que maneja un bajo perfil.

Y es que este hombre de 30 años es considerado el principal proveedor de armas para la organización criminal, las cuales, en su mayoría, provienen de Estados Unidos y abarcan desde pistolas pequeñas hasta ametralladoras y granadas.

Es por ello que su nombre se incluyó en una acusación conjunta contra 28 miembros y colaboradores de Los Chapitos que se hizo pública el 14 de abril de 2023, según reveló el sitio Infobae.

Además de proporcionar el arsenal a los brazos armados del Cártel, como “Los Ninis” y “Los Salazar”, también distribuye revólveres a las pandillas que operan dentro de las prisiones, como “Artistas Asesinos”, para mantener el control de los centros penitenciarios.

Y aunque su nombre no figura entre los líderes criminales buscados por Estados Unidos, el Departamento de Estado ofrece una recompensa de hasta un millón de dólares por información que lleve a su arresto, pues además del tráfico de armas también se le acusa de importar y distribuir fentanilo.

Labores de inteligencia de las autoridades estadounidenses permitieron establecer que, en agosto de 2021, “Camarón” conoció a un agente fronterizo corrupto gracias a un líder pandillero de alto rango aliado a Los Chapitos.

Esta relación le permitió entrar y salir de EE.UU. con total libertad para traficar pastillas de fentanilo. Por estos delitos, la Fiscalía busca que se le dicte cadena perpetua o, por lo menos, una sentencia de 40 años en prisión.